Evaluación de
Inversiones
La evaluación de cualesquier inversión requiere
tener en cuenta, como mínimo, la rentabilidad que ofrece, el nivel de riesgo
que comparte y la liquidez que proyecta.
La Rentabilidad puede medirse en base a la comparación entre el
importe a invertir y los beneficios que proporcionara la inversión. Para ello
puede usarse los métodos del ROI (rentabilidad de una inversión), el plazo de recuperación
de la inversión, el valor presente neto (VAN) y la tasa interna de rentabilidad
(TIR).
El Riesgo de una inversión es consecuencia de que los importes a invertir son
conocidos y seguros, pero no siempre existe una certeza absoluta sobre los
beneficios a obtener con la inversión-
La Liquidez, a veces un inversor puede estar interesado en disponer de tesorería de
forma inmediata. Estas circunstancia hace que al efectuar inversiones se
intente que una parte de las misma pueda convertirse rápidamente en dinero
efectivo-
El Rendimiento o rentabilidad económica puede medirse con el
(ROI) que compara el beneficio antes de los intereses e impuestos que genera
una inversión, con el importe invertido. De esta forma una inversión es
rentable si su rendimiento supera al costo que supone su financiación.
El Valor del dinero en el tiempo debe analizarse como consecuencia, de
al menos, tres aspectos. Estos son: la inflación,
el riesgo y la liquidez.
a)
La inflación hace que el dinero
se desvalorice a medida que transcurre el tiempo. Esto lleva al concepto de capitalización
y actualización. Capitalización es el valor futuro de un importe actual. En cambio
actualización es lo contrario, ya que consiste al calcular el valor de hoy de
un importe a cobrar o pagar en el futuro.
b)
El riesgo, uno de los factores
que incrementa el riesgo de una inversión es el tiempo, a medida que el plazo
de recuperación de una inversión es más largo más incertidumbre existe sobre
los resultados que generara. Por este motivo cuando mayor es el riesgo de una inversión
se exigen plazos de recuperación muy corto, o bien rentabilidad más alta.
c)
La liquidez. Esta consiste en que
el poseedor del dinero tiene una actitud sicológica de precaución que le empuja
en determinada ocasiones a mantener sus activos en forma líquida en lugar de
invertirlos.
Por tanto, cuando el inversor se ha de
separar por un tiempo de sus ahorros en forma líquida exigirá una determinada
rentabilidad, ya que en caso contrario preferirá no invertirlo.
El Valor Presente Neto de una Inversión.
La forma más habitual de analizar un
proyecto de inversión cuando se considera el factor tiempo, es utilizar la técnica
del VAN (Valor Actual Neto). El VAN
se calcula sumando todos los flujos de caja esperados en el futuro,
actualizados a una tasa determinada y restándole la inversión inicial.
En algunos casos, al último flujo de
caja hay que añadirle el valor residual de la inversión.
La Tasa Interna de Rentabilidad.
La TIR, o tasa interna de rentabilidad,
representa la rentabilidad media real de una inversión expresada en porcentaje.
La TIR se calcula a partir de la fórmula del VAN, ya que es aquella tasa que
hace que el VAN de una inversión sea igual a cero.
En conclusión para evaluar una inversión
hay que considerar tres dimensiones: rentabilidad, riesgo y liquidez. En función
de la característica del inversor, habrá que seleccionar aquella inversión que
mejor consiga una adecuada rentabilidad, con una liquidez equilibrada, y un
nivel de riesgo soportable, un menor tiempo de recuperación de la inversión,
una mayor tasa de rentabilidad y que los flujos de caja que genere sean
positivo.
Alguna fuente de información
"Contabilidad y Finanzas, Oriol
Amat.
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